Intercooler: ¿qué es y qué tareas realiza?

¿Cómo funciona un intercooler?

El intercooler funciona según el principio de intercambio de calor. Cuando el aire comprimido sale del turbocompresor, está muy caliente. A medida que fluye a través del intercooler, este aire entra en contacto con los tubos fríos del radiador que recogen y disipan el calor, enfriando el aire antes de que ingrese al motor. El intercooler se puede instalar tanto en vehículos de gasolina como diésel.

¿Por qué es importante un intercooler?

El intercooler juega un papel clave en la mejora del rendimiento de un motor turboalimentado. Al reducir la temperatura del aire comprimido, el intercooler permite que entre más oxígeno al motor. El resultado es un mejor consumo de combustible, lo que conduce a una mayor potencia del motor y una mejor eficiencia del combustible. Además, el aire enfriado reduce el riesgo de detonación, lo que contribuye a proteger el motor de daños.

Intercooler y eficiencia de combustible

Como se mencionó anteriormente, un intercooler mejora la eficiencia del combustible. ¿De qué se trata? Al enfriar el aire comprimido, el intercooler permite que el motor queme mejor el combustible. Cuando se quema combustible en un motor, el oxígeno es un ingrediente clave. Cuanto más oxígeno, mejor se quema el combustible. Y una mejor combustión significa que el motor puede generar más energía con la misma cantidad de combustible. Como resultado, los conductores pueden notar que su coche consume menos combustible por kilómetro, lo que resulta especialmente beneficioso en viajes largos o uso intensivo del coche.

Resumen

El intercooler juega un papel extremadamente importante en el funcionamiento de motores turboalimentados y sobrealimentados. Su capacidad para enfriar el aire comprimido no sólo aumenta la potencia y la eficiencia del motor, sino que también contribuye a mejorar la eficiencia del combustible. Además, el intercooler ayuda a proteger el motor reduciendo el riesgo de sobrecalentamiento y daños. Por tanto, el intercooler es un elemento clave del sistema de sobrealimentación, independientemente de si se trata de un potente deportivo o de un turismo. Sin él, nuestros motores no podrían funcionar con tanta eficiencia como lo hacen. Por eso, merece la pena apreciar este pequeño pero importante elemento que es el intercooler, la próxima vez que miremos debajo del capó de nuestro coche.